Suecia ganó el pasado sábado por quinta vez en su historia el Festival de Eurovisión. La cantante Loreen con su tema «Euphoria» arrasó en las votaciones, consiguiendo nada más y nada menos que 372 puntos. Más de 100 puntos la separaron de las segundas clasificadas, las abuelas rusas de Buranovskiye Babushki. Serbia fue tercera con una emotiva balada.
El nivel de la gala, celebrada en Bakú, Azerbaiyán, fue de los más altos que se recuerdan, y no sólo en cuanto a espectáculo –aspecto en el que se rayó la excelencia– sino también en lo que se refiere a las canciones que competían por el preciado trofeo, entre las que había auténticos hits que seguro escucharemos mucho a lo largo de los próximos meses.
Sea como sea, lo que nadie puede discutir es que esta vez ha ganado el mejor, una buena dinámica que se repite desde hace ya unos cuantos años y que está ayudando a mejorar la imagen del festival y a aumentar el nivel de las canciones a concurso año tras año.
Volviendo al tema ganador… se trata de una canción de pop electrónico realmente pegadiza y magistralmente interpretada por Loreen, quien se lleva el trofeo a Suecia 13 años después de la última victoria, lograda por Charlotte Nilsson en Israel.
Foto – rtve