La población absoluta es un concepto fundamental para comprender la dinámica demográfica de un territorio. No solo sirve para obtener datos estadísticos, sino que ofrece una visión completa del impacto de la natalidad, mortalidad y migraciones en un lugar en un periodo específico. Analizando estos elementos, es posible deducir los posibles comportamientos sociales, económicos y de salud de la población y tomar decisiones más fundamentadas.
¿Qué es la población absoluta?
La población absoluta se refiere a la cantidad total de personas que habitan en un territorio determinado durante un periodo de tiempo específico, sin tener en cuenta otros factores como la densidad de población o la distribución espacial.
Este número es clave en estudios demográficos, ya que, en combinación con otras estadísticas como la tasa de natalidad, mortalidad e inmigración, se puede comprender la dinámica poblacional y prever problemáticas y necesidades futuras.
El conocimiento de la población absoluta permite realizar investigaciones más profundas, formular modelos predictivos sobre crecimiento económico, demandas de servicios públicos, infraestructuras, y proyectar cambios en la estructura sociodemográfica.
¿Cómo se calcula la población absoluta?
Para calcular la población absoluta, es crucial contar con una serie de variables estadísticas que reflejan el crecimiento o disminución de la población en un periodo de tiempo. Estas variables incluyen:
- Total de nacimientos (Tasa de natalidad)
- Total de defunciones (Tasa de mortalidad)
- Total de inmigraciones y emigraciones
La fórmula básica para calcularlo sería:
Total de población = Población inicial + (Tasa de natalidad + inmigraciones) – (Tasa de mortalidad + emigraciones)
Estas tasas deben sumarse, restarse, y finalmente aplicarse a la población inicial para obtener el número exacto de habitantes en una región.
Variables esenciales para el cálculo:
- Tasa de natalidad: Se refiere al número de nacimientos por cada mil habitantes en una región. Es un indicador crucial para medir el crecimiento natural de la población.
- Tasa de mortalidad: Indica la cantidad de defunciones por cada mil habitantes. Este indicador mide la pérdida poblacional natural.
- Migraciones: Involucra tanto la inmigración (número de personas que se establecen en un territorio) como la emigración (número de personas que salen del territorio). Ambas son esenciales para lograr un balance demográfico.
Ejemplos de cálculo de población absoluta
Tomemos como ejemplo tres países con importantes variaciones en su población:
- México: En el año 2017, la población absoluta fue de 129,163,276 habitantes, creciendo hasta alcanzar los 132,242,957 en 2019. Esto supone un incremento de 3,079,679 personas en tan solo dos años, reflejando tanto el crecimiento natural como las tasas de inmigración.
- Brasil: En 2017 contaba con una población de 209,288,279 habitantes, que para 2019 aumentó a 212,310,252. Aquí vemos un crecimiento de 3,021,973 habitantes.
- China: China, el país más poblado del mundo, tenía en 2017 una población de 1,409,517,397, logrando un incremento hasta 2019 donde alcanzó los 1,419,791,153 habitantes. Este aumento de más de 10 millones de personas refleja también el impacto combinado de las tasas de natalidad e inmigración en este vasto territorio.
Población relativa o densidad poblacional
La población relativa, o densidad poblacional, se refiere a la cantidad de habitantes por unidad de superficie. Se calcula dividiendo la población absoluta entre los kilómetros cuadrados del territorio. Este dato es fundamental para entender la capacidad de un territorio para sostener a su población.
Por ejemplo, en España, existen grandes diferencias en la densidad de población entre territorios. Comunidades muy urbanizadas como Madrid y Barcelona presentan densidades superiores a los 700 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que otras provincias, como Teruel o Soria, apenas alcanzan los 10 habitantes por km².
Esto implica que la presión sobre los recursos y servicios públicos será considerablemente mayor en las áreas densamente pobladas que en las más rurales o despobladas.
Diferencias entre población absoluta y relativa
La principal diferencia entre la población absoluta y la población relativa radica en que la primera se refiere al número total de habitantes sin tener en cuenta la superficie que ocupan, mientras que la población relativa toma en cuenta la densidad, es decir, la relación entre las personas y el territorio disponible.
Por ejemplo, si dos territorios tienen la misma población absoluta, pero uno es más grande que el otro, el territorio más grande tendrá una población relativa menor, lo que indica que está menos densamente poblado. Por otro lado, el territorio más pequeño tendrá una mayor densidad, lo que puede implicar mayores desafíos en términos de infraestructura y provisión de servicios.
Población y estadísticas: Importancia del análisis demográfico
El análisis de la población absoluta no solo permite conocer cuántas personas viven en un lugar, sino que, cuando se utiliza junto con otros indicadores, ofrece datos valiosos sobre la estructura de la población, la tasa de crecimiento y otros factores importantes.
Por ejemplo, el análisis de la población absoluta junto con datos sobre la tasa de natalidad y mortalidad permite evaluar si una población está envejeciendo, si cuenta con suficientes recursos, o si es necesario implementar políticas para atraer inmigrantes.
Análisis de la población y su estructura
Uno de los análisis más útiles es la evaluación de la estructura de la población, es decir, cómo está distribuida por rangos de edad, sexo y otros factores como el nivel de estudios o empleo.
- Índice de dependencia: mide la relación entre las personas menores de 15 años y mayores de 65 (dependientes), con el número de personas en edad de trabajar. Conocer esta tasa es fundamental para proyectar necesidades en educación o atención médica en una población, facilitando la planificación de servicios sociales.
- Índice de envejecimiento: compara la cantidad de personas mayores de 65 años con el total de la población. Un índice de envejecimiento alto es un reto para zonas con alta dependencia de la fuerza laboral joven.
Además, podemos hablar del índice de recambio que compara las personas mayores con los jóvenes, permitiendo anticipar cómo se renovará la población en el futuro.
Una sociedad con una baja natalidad y una alta tasa de dependencia requerirá políticas de inmigración o incentivos para el crecimiento poblacional, mientras que una sociedad con una baja tasa de dependencia tendrá una fuerza laboral activa más robusta.
El análisis de la población absoluta y su relación con estos índices no solo tiene implicaciones para la política pública, sino también para las empresas y el sector privado. Conocer la demografía de un lugar puede ayudar a decidir dónde abrir nuevos negocios o qué productos serán más demandados a largo plazo.
Todos estos datos no solo son útiles para los gobiernos, sino que también proporcionan información valiosa para organizaciones internacionales, empresas y ONG para planificar estrategias a largo plazo basadas en la conformación y crecimiento de la población.
La importancia de comprender los conceptos de población absoluta, relativa, y los índices derivados, radica en que estos permiten analizar tanto las necesidades presentes como las futuras en diferentes áreas, desde infraestructuras hasta el mercado laboral.