Los lugares más destacados de la Revolución Francesa que no te puedes perder

  • El Monasterio de los Cordeliers fue un centro clave de debate revolucionario en París.
  • El Palacio de Versalles está directamente vinculado a la caída de la monarquía.
  • La Conciergerie alojó a María Antonieta antes de su ejecución por guillotina.

La catedral de notredam fue importante durante la Revolución Francesa

Si queremos conocer a fondo los monumentos y lugares más emblemáticos de la Revolución Francesa, debemos trasladarnos a Francia, donde se encuentran los principales escenarios de este histórico acontecimiento. La Revolución Francesa fue un período convulso que marcó el final de la monarquía en Francia y el surgimiento de la República. Las huellas de este suceso histórico se pueden ver en monumentos, plazas y edificios que jugaron un papel clave en la revolución. A continuación, te llevamos en un recorrido por los lugares imprescindibles que todo amante de la historia debe conocer.

El Monasterio de los Cordeliers

Uno de los lugares más importantes de la Revolución Francesa es el Monasterio de los Cordeliers, una antigua iglesia gótica situada en París. Este lugar tuvo una inmensa relevancia política, ya que fue aquí donde se fundó el famoso Club de los Cordeliers en 1789, un grupo radical que defendía los ideales revolucionarios, y que contaba con célebres figuras como Georges Danton y Jean-Paul Marat.

El club se convirtió en un espacio de debate para los revolucionarios más fervientes. Aunque el edificio fue dañado durante la revolución, hoy en día alberga una exposición permanente de fotografías y documentos históricos, lo que lo convierte en un punto de visita obligada para los interesados en la Revolución Francesa. Se encuentra ubicado cerca del Barrio Latino, muy cerca del Panteón.

Ile de la Cité: Notre Dame y Sainte Chapelle

Un lugar importante de la Revolución Francesa

Otro sitio emblemático para cualquier recorrido sobre la Revolución Francesa es la Ile de la Cité, situada en el corazón de París, donde se encuentran dos edificios clave: Notre Dame y la Sainte Chapelle. La catedral de Notre Dame es uno de los templos más antiguos de París. Durante la Revolución Francesa, la catedral fue profanada. En 1793, los revolucionarios destruyeron gran parte de su decoración religiosa y la convirtieron en un Templo de la Razón. Afortunadamente, años después fue restaurada, devolviéndola a su estatus de ícono católico y arquitectónico de París.

En cuanto a la Sainte Chapelle, esta joya del gótico fue profanada al igual que Notre Dame y transformada en una oficina de la administración revolucionaria. A pesar de estas transformaciones, ambas construcciones siguen en pie como testigos de la turbulenta historia de París.

La Conciergerie y María Antonieta

La Conciergerie es otro lugar de suma importancia histórica. Este edificio inicialmente sirvió como palacio real antes de convertirse en una prisión, donde se llevaron a cabo miles de encarcelamientos durante el período de la Revolución Francesa, incluyendo a la misma María Antonieta, la última reina de Francia. Fue en la Conciergerie donde María Antonieta pasó sus últimos días antes de ser llevada a la guillotina.

Hoy en día, la Conciergerie ofrece a los visitantes una perspectiva única sobre la vida en prisión durante los años de la revolución, y conserva recreaciones de celdas, incluidas las de los prisioneros más célebres. La celda de María Antonieta es el punto principal de la visita, con una reconstrucción detallada de las condiciones en que vivió sus últimos meses.

Plaza de la Concordia

En el corazón de París se encuentra la Plaza de la Concordia, que desempeñó un papel crucial durante los años de la Revolución Francesa. Originalmente llamada Plaza de la Revolución, fue el lugar donde se instaló la guillotina y donde tuvieron lugar algunas de las ejecuciones más notables de la época, incluyendo las de Luis XVI y María Antonieta.

La guillotina, símbolo del terror revolucionario, fue testigo de numerosos ajusticiamientos, y su ubicación en lo que hoy es considerada una de las plazas más bellas de Europa, añade un toque significativo a su historia. La plaza ha sido escenario de varios hechos históricos, y hoy en día es un lugar de reunión para los parisinos y turistas que visitan la ciudad.

Plaza de la Bastilla

La Plaza de la Bastilla es sin duda uno de los lugares más representativos de la Revolución Francesa. En julio de 1789, fue aquí donde se produjo la Toma de la Bastilla, un evento que marcó el inicio de la revolución y que se celebra como la fiesta nacional el 14 de julio en Francia.

La prisión de la Bastilla ya no existe, pero en su lugar se erige la Columna de Julio, un monumento que conmemora la Revolución de 1830. Sin embargo, la plaza sigue siendo un importante lugar de memoria histórica. Hoy, los visitantes pueden encontrar allí información sobre el papel que jugó en la historia revolucionaria.

Visita al Palacio de Versalles

El Palacio de Versalles está en Francia

A tan solo 22 kilómetros de París se encuentra el espectacular Palacio de Versalles. Aunque famoso por su opulencia y como símbolo del poder absoluto de la monarquía, también tiene una conexión directa con la Revolución Francesa. Fue aquí donde Luis XVI y su esposa María Antonieta residían antes de ser arrestados y trasladados a París para enfrentar su destino.

Versalles es conocida tanto por sus jardines como por su legendario Salón de los Espejos. Durante la Revolución Francesa, el palacio fue un punto de inflexión en la caída de la monarquía, y recorrer sus pasillos es rememorar los últimos días de la realeza en Francia.

El Panteón de París

El Panteón es otro lugar icónico vinculado a la Revolución Francesa. Originalmente concebido como una iglesia, este edificio se convirtió en un mausoleo secular durante la Revolución, y hoy en día alberga los restos de grandes personajes de la historia francesa, como Voltaire, Rousseau, y posteriormente figuras importantes como Victor Hugo. Durante la revolución, el Panteón fue un símbolo del espíritu republicano y secular al que aspiraba la nueva Francia.

El Panteón ofrece una mezcla fascinante entre el misticismo religioso y el fervor republicano, que refleja perfectamente los cambios políticos que vivió Francia a lo largo de ese tiempo.

Estos monumentos y lugares históricos son solo algunos de los muchos rincones donde todavía se pueden apreciar las huellas vivas de la Revolución Francesa en toda Francia. Cada uno de ellos cuenta una parte esencial de este episodio trascendental en la historia del país, y aunque la mayoría se encuentra en el área de París, no se limita a ella. Visitar estos lugares no solo es un viaje en la historia, sino también una manera de entender las raíces de muchos valores que Francia sigue defendiendo hoy en día, como la libertad, la igualdad y la fraternidad.


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