Frente a la sospecha de un posible problema de infertilidad masculina, o si os preocupáis por conocer los niveles de fertilidad porque vuestra pareja no se queda embarazada, es primordial consultar con un especialista lo antes posible. Es el único medio seguro al cien por cien para descubrir si existe un problema o una patología que afecte negativamente a la fertilidad del hombre.
Diagnóstico de la infertilidad masculina
El diagnóstico de la infertilidad masculina es un proceso riguroso que involucra diversas pruebas. El especialista comienza estableciendo los antecedentes clínicos del paciente para obtener una visión clara de la situación. Entre las preguntas más comunes están:
- ¿Cuánto tiempo lleva la pareja intentando concebir?
- ¿Ha habido el uso de métodos contraceptivos?
- ¿Cuál es la frecuencia de las relaciones sexuales?
- ¿Existen problemas con la función eréctil o con la eyaculación?
- ¿Ha tenido el hombre alguna intervención quirúrgica en la zona genital?
Esta evaluación permitirá al urólogo crear un perfil exhaustivo de la salud sexual y los hábitos del paciente.
Exploración física del hombre
Además de los antecedentes clínicos, se realiza un examen físico del hombre con el objetivo de detectar si existe una anomalía relacionada con un problema de infertilidad masculina. Por lo general, este examen incluye una revisión detallada de los genitales, donde se analizan el pene, el escroto y los testículos. A veces, se puede incluir un tacto rectal para evaluar el estado de la próstata.
El objetivo es identificar cualquier anomalía que pueda estar afectando la fertilidad, como un varicocele (dilatación de las venas en los testículos) o problemas más graves como la azoospermia obstructiva, que impide el paso de los espermatozoides.
Seminograma: El examen clave
El seminograma es la principal prueba que se realiza para saber si un hombre sufre de infertilidad masculina. Consiste en analizar el esperma de una muestra de eyaculación para estudiar varios parámetros relacionados con los espermatozoides:
- Concentración: Se analiza el número de espermatozoides por mililitro de semen.
- Movilidad: Se determina qué porcentaje de espermatozoides se mueve de manera adecuada para alcanzar el óvulo.
- Morfología: Se observa si el esperma tiene la forma adecuada para fertilizar correctamente un óvulo.
- Vitalidad: Se verifica cuántos de los espermatozoides están vivos en la muestra.
Un seminograma anormal puede indicar problemas como oligozoospermia (bajo conteo de espermatozoides) o astenozoospermia (baja movilidad espermática).
El seminograma puede complementarse con un análisis de sangre para revisar los niveles de hormonas esenciales como la testosterona y la prolactina. Este análisis ayuda a detectar problemas hormonales que puedan afectar la producción de esperma.
Otras pruebas diagnósticas
Análisis de orina posteyaculación
En algunos casos, el esperma puede retroceder hacia la vejiga durante la eyaculación en lo que se conoce como eyaculación retrógrada. Para detectar este fenómeno, se realiza un análisis de orina tras la eyaculación, buscando rastros de esperma en la vejiga.
Ecografía escrotal y transrectal
El uso de ultrasonidos permite al médico ver si existen problemas físicos como varicoceles o bloqueos en los conductos a través de los cuales se transportan los espermatozoides.
En una ecografía transrectal, se introduce una pequeña sonda en el recto para observar la próstata y los conductos por donde pasa el semen.
Causas de la infertilidad masculina
Varicocele
El varicocele, una hinchazón de las venas dentro del escroto, es una de las causas más comunes de infertilidad masculina. Aunque no siempre provoca síntomas, puede reducir la producción y calidad del semen. La cirugía puede ser necesaria para corregir esta afección.
Problemas hormonales
Desórdenes como el hipogonadismo (niveles bajos de testosterona), pueden afectar la producción de esperma y reducir la fertilidad. El tratamiento hormonal suele ser eficaz para restaurar la producción de espermatozoides.
Problemas con la eyaculación
Algunas enfermedades, como la eyaculación retrógrada, impiden que el esperma salga correctamente durante el orgasmo, lo que reduce las posibilidades de fecundación.
Problemas genéticos
Algunas condiciones genéticas, como el síndrome de Klinefelter, que afecta el desarrollo testicular, pueden limitar la producción de espermatozoides. Las pruebas genéticas pueden identificar si un hombre es portador de estas anomalías.
Infecciones
Algunas infecciones, como la prostatitis, pueden bloquear los conductos espermáticos o dañar la producción de esperma.
Tratamientos para la infertilidad masculina
El tratamiento depende de la causa específica de la infertilidad. Algunos tratamientos comunes incluyen:
- Cirugía: Se utiliza para corregir varicoceles, obstrucciones o para extraer esperma directamente de los testículos.
- Terapia hormonal: Los problemas hormonales pueden tratarse con medicamentos que regulan la producción de espermatozoides.
- Tratamiento de infecciones: Los antibióticos pueden resolver infecciones que afectan la fertilidad, aunque el daño a los espermatozoides a veces es irreversible.
- Reproducción asistida: Si otros métodos no funcionan, los tratamientos como la fertilización in vitro (FIV) o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) pueden ser necesarios para lograr el embarazo.
Estilo de vida y recomendaciones
El estilo de vida puede tener un impacto significativo en la fertilidad masculina. Se debe considerar lo siguiente:
- Mantener un peso saludable y evitar la obesidad.
- Limitar o evitar el consumo de alcohol y el tabaco.
- Evitar la exposición a toxinas ambientales o a temperaturas elevadas, que pueden dañar la producción de esperma.
- Seguir una dieta rica en antioxidantes que favorezca la salud espermática.
El diagnóstico temprano de la infertilidad masculina es clave para identificar problemas subyacentes que puedan estar afectando la fertilidad. Con una evaluación adecuada, que incluye pruebas como el seminograma, la ecografía y los análisis hormonales, se puede determinar la causa exacta e iniciar el tratamiento más adecuado. Con opciones que van desde cambios en el estilo de vida hasta tratamientos quirúrgicos o la reproducción asistida, las parejas tienen esperanza de lograr un embarazo exitoso.