El Empire State es uno de los más icónicos rascacielos de la ciudad de Nueva York. Ubicado en la intersección entre la Quinta Avenida y la calle 34 Oeste, su construcción se finalizó en 1931 y, hasta 1972, fue el edificio más alto del mundo. Además de ser un símbolo de la ciudad, el Empire State atrapa la atención de locales y turistas tanto de día como de noche gracias a su impactante sistema de iluminación.
Este rascacielos ha experimentado varios cambios importantes a lo largo de su historia, pero uno de los más recientes y significativos fue la implementación de tecnología LED en su sistema de iluminación. Este cambio no solo ha mejorado la estética del edificio, sino que también ha traído importantes ventajas desde el punto de vista energético y ambiental.
Revolución tecnológica en la iluminación del Empire State
El cambio hacia la iluminación LED en el Empire State fue liderado por Philips Color Kinetics. Sustituyó las antiguas lámparas que iluminaban cada noche la parte superior del edificio por un sistema computarizado de luces LED. Además de modernizar la iluminación, este sistema permite reproducir una impresionante gama de 16 millones de colores, muy superior a los 10 colores que el edificio mostraba previamente.
Este nuevo sistema permite crear efectos de luz mucho más dinámicos y complejos, tales como arco iris, fundidos cruzados, ondas de colores y estallidos luminosos. Además, al ser un sistema computarizado, todos estos cambios pueden realizarse en tiempo real, lo que proporciona una gran flexibilidad para adecuar los efectos lumínicos a eventos especiales, efemérides o celebraciones internacionales.
Ahorro energético y reducción de la contaminación lumínica
Luces LED en el Empire State
Uno de los beneficios más importantes del cambio a la tecnología LED en el Empire State Building se encuentra en su eficiencia energética. Las luces LED proporcionan una reducción significativa en el consumo energético, alcanzando hasta un ahorro del 75% en comparación con las bombillas tradicionales anteriormente utilizadas. Esta mejora en la eficiencia no solo reduce los gastos operativos del edificio, sino que también disminuye su huella de carbono.
Otro punto clave es la reducción de la contaminación lumínica. Las bombillas LED, al ser más controlables y direccionables que las fuentes de luz tradicionales, permiten enfocar mejor la luz hacia la estructura y su mástil, minimizando el derrame de luz hacia el cielo y hacia los edificios cercanos. Esto respeta no solo el entorno natural, sino también a los habitantes de la ciudad que conviven con el rascacielos como parte del paisaje urbano.
Un sistema pionero de iluminación
La instalación del nuevo sistema LED comenzó a finales de 2012 y fue parte de una ampliación de renovación del edificio que costó alrededor de 550 millones de dólares. Las 400 lámparas que iluminaban las plantas superiores fueron reemplazadas por un total de 1,200 dispositivos de iluminación LED, lo que incrementó la cantidad de bombillas individuales a unas 68,000 bombillas LED.
Las nuevas bombillas, además de su impresionante gama de colores, tienen una vida útil mucho más larga que las lámparas tradicionales, pudiendo durar de tres a seis veces más. Esto reduce también la necesidad de mantenimiento y reemplazo frecuente de las bombillas, generando aún más ahorro.
Esta actualización del sistema de iluminación es parte de una estrategia más amplia de sostenibilidad del Empire State Building, que ha buscado a lo largo de los años ser un modelo para la eficiencia energética en grandes edificios. Tal como comentó Anthony E. Malkin, presidente de Malkin Holdings, el nuevo sistema LED no solo mejora el diseño, sino que también se pagará por sí mismo en un plazo de seis años gracias al ahorro en energía.
Celebraciones icónicas y shows de luces
El Empire State Building ha sido uno de los protagonistas de la vida cultural y social de Nueva York desde su inauguración. La iluminación del edificio ha sido utilizada para conmemorar eventos, celebrar victorias deportivas y marcar hitos importantes a lo largo de su historia.
Una de las primeras ocasiones en las que el edificio se iluminó para celebrar un evento fue cuando, en 1932, encendió sus luces para anunciar la elección de Franklin Delano Roosevelt como presidente de los Estados Unidos.
Desde entonces, la tradición de iluminar el Empire State con diferentes colores y efectos para homenajear diferentes causas ha continuado. Esto incluye conmemoraciones como la victoria de equipos deportivos, la independencia de distintos países, y reconocimientos a causas sociales y ambientales.
Con la nueva tecnología LED, los shows de luces se han vuelto aún más espectaculares. A lo largo de los años, el edificio ha presentado espectáculos de luz sincronizados con música, como el show de Alicia Keys durante la inauguración del sistema LED en 2012. Estas exhibiciones están diseñadas por el reconocido diseñador de iluminación Marc Brickman, quien ha trabajado con artistas de renombre mundial para llevar las luces del Empire State a otro nivel.
El futuro de la iluminación del Empire State
El sistema de iluminación LED del Empire State seguirá siendo un punto de referencia en el horizonte de Nueva York. Con la capacidad de crear nuevas combinaciones de colores y efectos en tiempo real, este rascacielos seguirá sorprendiendo y cautivando a millones de personas cada año.
Además, no se trata solo de un espectáculo visual, sino también de una declaración sobre la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos. El Empire State Building sigue siendo un ícono no solo por su tamaño, sino también por su compromiso con el futuro energético de las grandes ciudades.
En definitiva, la nueva iluminación LED ha llevado al Empire State Building hacia una nueva era de eficiencia y espectacularidad, manteniéndose fiel a su estatus como uno de los edificios más famosos y queridos del mundo.