Los Urales son una cordillera montañosa de 2.500 kilómetros de longitud que se reparte entre los países de Rusia y Kazajistán. Junto al río Ural, forma una frontera natural entre los continentes de Europa y Asia, además de una de las cadenas montañosas más antiguas de la Tierra (entre 250 y 300 millones de años).
Separan la llanura europea oriental o llanura rusa (la parte libre de montañas más grande del continente) de la llanura de Siberia Occidenal, que es la mayor extensión de tierras bajas ininterrumpidas del mundo.
De norte a sur, los montes Urales van desde la tundra ártica hasta los desiertos del Mar Caspio. Atraviesa paisajes muy distintos entre sí, razón por la que esta cordillera se divide en cuatro secciones bien diferenciadas:
La sección polar, cubierta por la tundra. El norte, una parte rocosa y sin árboles donde se encuentra el pico más alto (Narodnaya, 1.895 metros). Los Urales centrales, una zona rica en minerales con muchos pasos de montaña. Y la sección sur, compuesta por varias crestas altas dispuestas en paralelo.
Los Urales albergan numerosas cuevas, grietas y ríos subterráneos, aunque son sus depósitos de piedras minerales, especialmente las piedras preciosas y semipreciosas, su bien más codiciado, tanto que algunos de ellos ya se encuentran completamente agostados.
Las ciudades más importantes de los montes Urales son Ekaterimburgo, Cheliábinsk, Magnitogorsk, Ufá y Perm, mientras que su población se compone principalmente de rusos, con algunos baskires, tártaros, udmurtos y komis.
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