Los rayos son uno de los fenómenos meteorológicos más poderosos que ocurren en la naturaleza. Están formados por una descarga eléctrica que se origina en las nubes durante las tormentas y tienen una capacidad destructiva considerable. Tienen suficiente fuerza para partir árboles, provocar incendios y, tristemente, también son capaces de causar la muerte de animales y personas. Los rayos se manifiestan con un destello instantáneo iluminando el cielo, seguido de un sonido atronador conocido como trueno, resultado del calentamiento súbito del aire en su entorno. Este destello, que llamamos relámpago, y el ruido que sigue son efectos colaterales que acompañan a la descarga eléctrica.
Estas descargas eléctricas ocurren de diversas maneras. Pueden suceder dentro de una nube, entre varias nubes, o entre una nube y la tierra. Incluso, en ocasiones, se da el fenómeno inverso: un rayo que se desplaza desde la tierra hacia una nube o entre una nube y la atmósfera. Asimismo, los rayos pueden adoptar formas diferentes. Se han identificado variantes como el rayo bífido, que tiene una trayectoria irregular, el gran destello que llena el cielo, llamado relámpago, y la curiosa centella, una bola brillante que flota en la atmósfera, cuya explicación científica aún está en investigación.
Consecuencias de los rayos en la naturaleza y la vida humana
A lo largo de la historia, los rayos han sido responsables de causar daños significativos tanto en la naturaleza como en las sociedades humanas. Un rayo puede incendiar bosques enteros o destrozar grandes construcciones. El impacto sobre la vida humana no debe subestimarse. Según estudios, aproximadamente el 30% de las personas alcanzadas por rayos pierden la vida, mientras que un 74% de quienes sobreviven quedan con discapacidades permanentes. La mayoría de las muertes por rayos ocurren durante la temporada de tormentas, que varía según la región, pero mayormente se concentran entre los meses de junio y agosto.
Es importante recalcar que el peligro no es exclusivo de las zonas rurales, aunque los edificios altos con estructura metálica en áreas urbanas suelen proteger mejor a las personas al derivar la descarga eléctrica hacia el suelo. En áreas rurales, donde esta protección es menos común, los árboles altos y aislados son los blancos más habituales para los rayos. Esta diferencia en el paisaje explica por qué las personas en zonas rurales, como agricultores o trabajadores al aire libre, tienen mayores probabilidades de ser alcanzados.
Medidas de protección en exteriores durante una tormenta eléctrica
Durante una tormenta eléctrica, es fundamental protegerse adecuadamente para minimizar el riesgo de ser impactado por un rayo. A continuación, compartimos una serie de medidas que pueden salvar vidas en estos momentos críticos:
- Alejarse inmediatamente de áreas abiertas como campos o praderas. Las personas que se encuentran en espacios abiertos sobresalen del suelo, convirtiéndose en blancos perfectos.
- Evitar cimas de montañas y zonas elevadas donde el riesgo incrementa exponencialmente. Si se está realizando una actividad en un área elevada, descienda lo antes posible.
- Buscar refugio en lugares cerrados, como vehículos o construcciones con techo. Los vehículos actúan como una jaula de Faraday, desviando la descarga eléctrica a través de la carrocería hacia el suelo, lo que protege a sus ocupantes.
- No correr durante la tormenta ni portar objetos metálicos, tales como paraguas o bastones, ya que pueden atraer la descarga eléctrica.
Qué hacer si te sorprende la tormenta al aire libre
Si una tormenta eléctrica ocurre mientras se está al aire libre y no se tiene la posibilidad de encontrar refugio cercano:
- Alejarse de árboles altos y antenas. Estos elementos actúan como puntos atractivos para los rayos debido a su altura y composición.
- Agacharse en cuclillas, manteniendo los pies juntos y evitando el contacto directo con el suelo lo máximo posible. Esta posición minimiza el riesgo de impacto directo y la propagación de la corriente a través del cuerpo.
- Evitar el contacto con cuerpos de agua (ríos, lagos, mares) y objetos metálicos debido a su capacidad de conducción eléctrica.
- En caso de estar entre un grupo de personas, es recomendable separarse por unos metros para reducir el riesgo en caso de que un rayo impacte en la zona.
Cómo protegerse en el hogar durante una tormenta eléctrica
Aunque el hogar es un refugio seguro durante una tormenta eléctrica, aún existe el riesgo de sufrir consecuencias por un rayo:
- Evitar cualquier contacto con sistemas de agua, como duchas o fregaderos, ya que la electricidad puede viajar a través de las tuberías.
- Desenchufar electrodomésticos y evitar el uso de equipos electrónicos conectados a la red, como teléfonos fijos, ya que los rayos pueden viajar a través del cableado eléctrico.
- Proteger ventanas y puertas, cerrándolas completamente para evitar la circulación de aire que podría atraer una descarga.
- Mantenerse alejado de paredes o suelos de hormigón, ya que pueden contener cables o barras metálicas que conduzcan la electricidad del rayo.
El coche: Un lugar seguro durante una tormenta
Como ya hemos mencionado, un automóvil actúa como una jaula de Faraday, protegiendo a las personas en su interior. Cuando nos encontramos en un coche en medio de una tormenta:
- Es fundamental cerrar todas las ventanas y asegurarse de no tocar ninguna parte metálica del vehículo.
- Aparcar el coche en una zona segura, lejos de árboles altos o de áreas propensas a inundaciones.
- Desconectar todos los aparatos electrónicos del coche, incluidas la radio y el aire acondicionado, para evitar posibles anomalías eléctricas.
Primeros auxilios frente a una descarga de rayo
En el desafortunado caso de que alguien sea impactado por un rayo:
- Comprobar si la persona está consciente y respirar normalmente. Si no lo está, llamar inmediatamente a emergencias.
- Si no respira, iniciar la respiración boca a boca y realizar compresiones cardiacas en caso necesario.
- En casos de quemaduras, prestar especial atención a las zonas de entrada y salida de la descarga eléctrica, donde podría haber daños severos en la piel.
- Mantener caliente a la víctima mientras se espera la llegada de los servicios de emergencia.
Es importante recordar que, a pesar de la gravedad del impacto, es posible salvar a las personas que han sido alcanzadas por un rayo con una rápida intervención médica. Al estar bien informado y tomando las precauciones necesarias, podemos reducir considerablemente los riesgos que representan los rayos durante las tormentas. No obstante, la mejor protección siempre será la prevención con medidas como refugiarse en lugares seguros y evitar exponerse en situaciones que incrementen el peligro.