El origen de los deportes profesionales está mucho más lejos en el tiempo de lo que algunos piensan. Los historiadores creen que el juego conocido como Pok-a-tok nació en las zonas tropicales de Mesoamérica a principios de 1.400 aC.
El Pok-a-tok requería de una pelota de caucho que podía llegar a pesar hasta cuatro kilos, y de dos equipos, los cuales luchaban entre sí de una forma que recordaba a la gente las antiguas batallas y leyendas mayas.
El objetivo de este deporte con connotaciones rituales era pasar la pelota (que se cree simbolizaba el Sol) a través de un aro de piedra, aunque las reglas difieren según la versión del juego. En la más difundida de ellas, sin embargo, los jugadores sólo podían golpear la pelota con las caderas, codos y rodillas del lado derecho del cuerpo.
Los campos de Pok-a-tok descubiertos varían considerablemente en tamaño, pero todos tienen largas pistas estrechas con paredes laterales que se utilizaban para rebotar la pelota.
El equipamiento que utilizaban los jugadores consistía en un taparrabos y protectores acolchados que, al parecer, tenían el propósito de proteger de las lesiones. Sin embargo, este aspecto del Pok-a-tok también varía dependiendo de la versión del juego que tomemos. Hay relieves que muestran a hombres practicándolo con capas y máscaras y murales en los que lo hacen en faldas.