La laringe es un órgano hueco y móvil del sistema respiratorio asociado a múltiples funciones clave en el cuerpo humano. Es un conducto formado por la superposición de cartílagos recubiertos por mucosa respiratoria. Los cartílagos que la conforman incluyen el cartílago epiglótico en forma de cuchara, el cartílago tiroides en forma de libro abierto hacia atrás, el cartílago cricoides con forma de anillo, los cartílagos aritenoides que tienen forma piramidal, y los cartílagos corniculados con forma de gancho. Estas estructuras se encuentran articuladas y unidas por pequeñas articulaciones sinoviales, que se mueven a través de los músculos intrínsecos de la laringe.
Anatomía de la laringe
La laringe está situada en el cuello y se extiende desde la parte superior de la tráquea hasta la base de la lengua, justo por debajo del hueso hioides. Está compuesta principalmente por cartílagos que proporcionan rigidez y soporte, mientras que los músculos permiten su movilidad durante el habla, la respiración y la deglución. Los cartílagos principales de la laringe son:
- Cartílago epiglótico: Ubicado en la parte superior de la laringe, este cartílago tiene la forma de una hoja y juega un papel esencial en la deglución al cerrar la entrada de la laringe para evitar que los alimentos entren en las vías respiratorias.
- Cartílago tiroides: Es el más grande de los cartílagos laríngeos y forma la prominencia laríngea, comúnmente conocida como la «manzana de Adán».
- Cartílago cricoides: Tiene la forma de un anillo y se sitúa justo debajo del cartílago tiroides. A diferencia de los otros cartílagos, es el único que forma un anillo completo alrededor de la tráquea.
- Cartílagos aritenoides: Estos cartílagos en forma de pirámide ayudan a controlar la apertura y cierre de las cuerdas vocales durante la fonación.
Además de estos cartílagos, la laringe está compuesta por músculos intrínsecos y extrínsecos que facilitan movimientos esenciales para respirar, tragar y hablar. Los músculos intrínsecos alteran la posición y tensión de las cuerdas vocales, mientras que los músculos extrínsecos mueven la laringe en su totalidad.
Funciones de la laringe
La laringe tiene varias funciones vitales:
- Protección de las vías respiratorias inferiores: Durante la deglución, la laringe se mueve hacia arriba y hacia adelante, y la epiglotis se inclina hacia abajo para sellar la entrada de la laringe, impidiendo que los alimentos ingresen a las vías respiratorias. Si algún objeto entra accidentalmente, el reflejo de la tos se activa para expulsarlo.
- Facilitación de la respiración: Durante la respiración, los músculos de la laringe separan las cuerdas vocales para permitir el paso del aire hacia los pulmones y expulsar el dióxido de carbono durante la exhalación.
- Producción de sonido: La laringe es el órgano principal de la fonación. Cuando el aire pasa a través de las cuerdas vocales, estas vibran creando sonido. La tensión, longitud y grosor de las cuerdas vocales determinan el tono y timbre de la voz. La frecuencia de las vibraciones produce tonos más graves o agudos.
Vascularización e Inervación de la laringe
La laringe está irrigada por las arterias laríngeas superior e inferior. Estas arterias son ramas directas de las arterias tiroideas superior e inferior, respectivamente, que a su vez surgen de las arterias carótida externa y subclavia. La laringe es drenada por los vasos linfáticos que se dividen en dos grandes grupos: los que drenan la supraglotis hacia los ganglios cervicales superiores y los que drenan la subglotis hacia los ganglios cervicales profundos.
La inervación de la laringe está a cargo de los nervios laríngeos superior e inferior, ambos ramas del nervio vago (X par craneal). Estos nervios proporcionan soporte motor y sensorial, garantizando que las cuerdas vocales y la laringe en su conjunto funcionen adecuadamente durante la respiración y la fonación.
Cuerdas vocales
La parte central de la laringe contiene los pliegues vocales, comúnmente conocidos como cuerdas vocales, que son estructuras clave para la producción del sonido. Se dividen en dos grupos:
- Cuerdas vocales falsas, que no participan en la fonación, pero ayudan a cerrar la laringe durante la deglución.
- Cuerdas vocales verdaderas, que son las principales responsables de la creación de sonido. Están formadas por tejido mucoso y un músculo vibratorio que genera sonido cuando el aire pasa entre ellas.
Entre las cuerdas vocales verdaderas y falsas existe un espacio llamado glotis, que se abre y cierra durante la respiración y la producción de sonido.
Enfermedades y patologías de la laringe
Laringitis
Una de las afecciones más comunes de la laringe es la laringitis, que se caracteriza por la inflamación de la mucosa laríngea. Puede ser aguda, causada por infecciones virales, o crónica, asociada a factores irritantes como el tabaco o el reflujo gastroesofágico.
Síntomas de la laringitis
- Disfonía (dificultad para hablar).
- Dolor en la garganta.
- Tos seca.
- Fiebre leve, en casos de infección viral.
Trastornos de las cuerdas vocales
Además de la laringitis, existen otros problemas relacionados con las cuerdas vocales, como los nódulos o pólipos vocales, que afectan principalmente a personas que hacen un uso excesivo o inadecuado de su voz, como los cantantes o maestros.
Cáncer de laringe
El cáncer de laringe es otro trastorno grave que afecta frecuentemente a personas que fuman o consumen alcohol en exceso. Este tipo de cáncer suele manifestarse en forma de tumores en las cuerdas vocales o en otras partes de la laringe.
Diferencias por sexo y edad
La laringe de los hombres es más grande que la de las mujeres, lo que da lugar a una voz más grave debido a las cuerdas vocales más largas y gruesas. Durante la pubertad, la laringe masculina crece rápidamente, lo que explica los cambios de voz en los adolescentes varones.
En los niños, la laringe está en una posición más alta que en los adultos, lo que permite la lactancia y respiración simultáneas. Esta posición desciende a medida que el niño crece, permitiendo la separación de estas funciones.
Un correcto funcionamiento de la laringe es crucial para la salud general del sistema respiratorio y para la comunicación verbal. Las patologías de la laringe pueden deteriorar significativamente la calidad de vida, afectando desde la respiración hasta la capacidad para hablar.