Las pirámides mesoamericanas son estructuras emblemáticas de las antiguas civilizaciones de Mesoamérica, como los mayas y los aztecas. Estos templos fueron construidos con un propósito ceremonial, religioso y, en algunos casos, como tributo a los dioses. A continuación, exploramos algunas de las más importantes y simbólicas.
Chichen Itzá
Chichen Itzá se ubica en la Península de Yucatán, en México. Fue una de las ciudadelas mayas más importantes y es reconocida como una de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo Moderno. La estructura más icónica aquí es el Templo de Kukulcán, también conocido como El Castillo.
El Templo de Kukulcán es una pirámide escalonada que alcanza una altura de 29 metros y está compuesta por una serie de terrazas cuadradas. Cada lado de su base mide aproximadamente 55.3 metros. En cuanto a su diseño, es fascinante cómo los mayas incorporaron fenómenos astronómicos en su arquitectura. Durante los equinoccios de primavera y otoño, las sombras proyectadas por la pirámide crean la impresión de una serpiente descendiendo por uno de sus lados, un tributo al dios Kukulcán, la serpiente emplumada.
Es importante señalar que cada una de las cuatro escalinatas del Templo de Kukulcán tiene 91 escalones. Al sumarlos y añadir la plataforma superior, se obtiene un total de 365 escalones, lo que claramente representa el calendario solar maya. La precisión con la que se construyó esta estructura la convierte en una maravilla tanto arquitectónica como astronómica.
Además de la pirámide de Kukulcán, en Chichen Itzá también puedes encontrar otras estructuras significativas como el Templo de los Guerreros y el Juego de Pelota, ambos construidos por los mayas itzáes alrededor del año 1200 d.C.
El Mirador
El Mirador es una de las pirámides menos conocidas pero más imponentes de la civilización maya. Ubicada en el departamento de El Petén, Guatemala, esta pirámide alcanza unos impresionantes 79 metros de altura, lo que la convierte en una de las más altas construidas por los mayas.
El sitio donde se encuentra El Mirador fue una importante ciudad maya que floreció durante el período Preclásico Tardío (aproximadamente 300 a.C. a 250 d.C.). Su altura y el tamaño de sus estructuras permiten concluir que se trataba de un centro ceremonial de gran relevancia. Actualmente, su acceso es complicado, pero aquellos que se aventuran a visitarla pueden tener una vista panorámica impresionante de la selva guatemalteca.
Templo del Jaguar en Lamanai
En el norte de Belice, en el distrito de Orange Walk, se encuentra la pirámide conocida como el Templo del Jaguar, situada en el sitio arqueológico de Lamanai. Lamanai fue uno de los principales centros religiosos de la civilización maya, y aunque su pirámide no es tan imponente en tamaño como otras en Mesoamérica, destaca por su rica historia y el ambiente único que brinda estar rodeado por la naturaleza.
El nombre “Lamanai” se traduce como “cocodrilo sumergido” en maya. Este sitio se habitó continuamente por más de 3000 años, lo que lo convierte en uno de los más antiguos en la región maya. Al visitar este sitio, además del Templo del Jaguar, puedes explorar otros edificios ceremoniales y monumentos que narran la rica historia de esta ciudad.
Templo de las Inscripciones en Palenque
El sitio arqueológico de Palenque, localizado en el estado de Chiapas, México, alberga el imponente Templo de las Inscripciones. Este templo fue construido específicamente como un monumento funerario para el gobernante Pakal K’inich Janaab’, uno de los líderes más destacados de Palenque. La tumba de Pakal fue descubierta dentro de la pirámide en 1952 por el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier.
El Templo de las Inscripciones es una pirámide escalonada con ocho niveles, y su importancia radica no solo en su función funeraria sino también en la cantidad de inscripciones encontradas en las paredes de su santuario, que documentan la historia de la ciudad y sus gobernantes.
Templo de Tikal – El Gran Jaguar
Aproximadamente 70 kilómetros al norte de El Petén, Guatemala, se encuentra uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo maya: Tikal. En este complejo se halla el Templo del Gran Jaguar, conocido también como Templo I. Esta majestuosa estructura fue construida alrededor del año 732 d.C. y mide aproximadamente 47 metros de altura.
El Templo del Gran Jaguar fue erigido como un monumento funerario para el gobernante maya Ah Cacao. Desde lo alto de este edificio se consigue una vista espectacular de las ruinas de Tikal, que en su momento fue una de las ciudades más poderosas del mundo maya. Considerada una de las más enigmáticas, la razón de su declive y eventual abandono sigue siendo objeto de estudio para arqueólogos e historiadores.
Pirámide de Nohoch Mul en Cobá
La Pirámide de Nohoch Mul, ubicada en el sitio arqueológico de Cobá, al sureste de México, es una de las estructuras más altas de la península de Yucatán. Con una altura de 42 metros y 120 escalones hasta la cima, brinda unas vistas espectaculares de la densa selva que rodea el yacimiento.
Se cree que Cobá, en su momento de apogeo, fue una ciudad clave con fuertes vínculos comerciales y políticos con otras grandes urbes mayas, como Chichén Itzá. Los visitantes de Cobá aún pueden subir a la cima de Nohoch Mul, lo que convierte esta pirámide en una de las pocas que aún permiten la escalada.
A pesar de su menor fama internacional en comparación con sitios como Chichen Itzá, Cobá ofrece una experiencia más inmersiva y tranquila, lo que la convierte en un destino imperdible para los interesados en la arqueología maya.
Pirámides de Teotihuacán
No podemos hablar de las pirámides mesoamericanas sin mencionar las que encontramos en Teotihuacán, un sitio arqueológico ubicado a unos 50 km de Ciudad de México. Sus dos pirámides principales, la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, son algunas de las más grandes construidas en Mesoamérica.
La Pirámide del Sol, con una altura de 63 metros, es la edificación más grande de Teotihuacán y una de las más altas de la región. Se encuentra alineada con fechas importantes del calendario solar mesoamericano, lo que sugiere un conocimiento avanzado sobre astronomía por parte de sus constructores.
La Pirámide de la Luna, aunque más pequeña que la del Sol (45 metros), ofrece una vista espectacular del resto de la zona arqueológica. Este sitio también alberga la Pirámide de la Serpiente Emplumada, dedicada al dios Quetzalcóatl, lo que convierte a Teotihuacán en un centro ceremonial y político de gran relevancia en la historia prehispánica.
Teotihuacán fue una de las ciudades más influyentes en Mesoamérica y, a su apogeo, albergaba más de 100.000 habitantes, lo que la convierte en una de las mayores ciudades del mundo en ese momento.
Para aquellos que visitan México, recorrer cada uno de estos antiguos sitios arqueológicos es una oportunidad única para conectarse con la historia y la cultura fascinante de las civilizaciones precolombinas de la región.