Por una parte, se debe preparar el caramelo con el que se debe cubrir el molde en el que se pondrá el flan de huevo. Para ello, se coloca un poco de agua en una cacerola y se lleva a ebullición.
En otra cacerola, se añaden cuatro cucharadas soperas de azúcar. Una vez que el azúcar comienza a fundirse, se añade poco a poco el agua hirviendo con ayuda de una cuchara sopera. Se mezcla bien hasta obtener la textura correcta.
Después se vierte el caramelo en el molde que va a contener el flan de huevo. Conviene asegurarse de cubrir bien las paredes del molde, inclinándolo. Luego se deja enfriar.
Durante este tiempo, se precalienta el horno a 200 grados de manera a que esté caliente cuando se meta el flan en el horno. Por otra parte, se mezclan en un bol o en un recipiente los huevos, la leche y el azúcar hasta obtener una preparación homogénea. Se puede mezclar la preparación con ayuda de una varilla o de una batidora eléctrica.
Una vez que la mezcla está lista, se vierte en el molde. Se mete en el horno y se cuece al baño María. Para este método de cocción, se pone agua en un recipiente con los bordes altos donde se puede introducir el molde con la mezcla.
Se deja cocer el flan durante una hora. Después de este tiempo en el horno, se comprueba que la cocción está lista introduciendo una varilla en el flan o un cuchillo. Si la punta del cuchillo sale limpia entonces es que el flan ya está listo.
Finalmente se deja enfriar en la nevera. Este flan se puede acompañar con una confitura o un chantilly casero.