La halitosis o el mal aliento pueden estar provocados por una serie de factores como la falta de higiene bucodental, la gingivitis o los problemas digestivos. El mal aliento puede ser molesto, pero es posible desprenderse de él correctamente. Si el mal aliento persiste, se aconseja hablar con el dentista o el médico.
Los dientes se deben cepillar al menos dos veces al día. Preferentemente el cepillado se debe realizar después de las comidas, tal y como lo sugieren los dentistas. Esto reduce los residuos alimenticios que pueden provocar un mal aliento. El colutorio está igualmente recomendado para aquellos que sufren de mal aliento, es una manera suplementaria de mantener la boca limpia.
Masticar hierbas frescas cada día, ayuda a cuidar el mal aliento. Las hierbas en cuestión son el cilantro fresco y los granos de cardamomo, porque facilitan el proceso de digestión. Las hojas de romero ayudan a curar el mal aliento.
También conviene beber té a la menta, porque facilita la digestión. Dado que los problemas de digestión pueden provocar un mal aliento, beber té caliente puede ayudar a prevenir este problema antes de que aparezca.
Tomar zumos ricos en betacaroteno ayuda a sanear las encías. Los zumos que contienen melón o zanahoria son los que se deben priorizar. Las verduras crudas pueden igualmente ayudar a purificar el cuerpo.