Si deseáramos organizar a las culturas por su importancia en sus respectivos continentes, entonces debemos comenzar por las culturas desarrolladas con mayor importancia en América. Es uno de los puntos clave, ya que gracias a las culturas que han pasado por esta tierra, han dejado un legado muy importante.
La cultura Maya
La cultura Maya se estableció durante el período llamado Pre-Clásico (2000 a.c – 250 d.c). Los Mayas vivieron tanto en el sur como en el sureste de México. Pero llegando también a zona de Guatemala o a Honduras. Su organización social tenía en cuenta tres clases diferenciadas. En la más alta estarían los funcionarios o los gobernadores, luego los trabajadores especializados y por último, los campesinos.
Contaban con un gobierno descentralizado, donde había estados independientes. Cada ciudad o cada estado, estaba gobernado por un jefe. Su sistema de escritura era una combinación de símbolos fonéticos con ideogramas. Una especie de jeroglíficos. Era tan avanzado, que fue el único en el que se podía representar, de manera escrita, todo lo hablado. Tal y como sucede en nuestros días.
También nos han dejado restos de su arquitectura en forma de pirámides. Las grandes ciudades hacían su aparición, así como centros religiosos. Pero no solo eso sino que además, también en las matemáticas hicieron grandes avances al utilizar un sistema de enumeración de base 20. Las observaciones de tipo astronómico eran mucho más precisas en este período, tales como los movimientos de la luna o de los planetas.
Tenían una religión Politeísta ya que adoraban a varios dioses y no solo a uno. Realizaban sacrificios tanto de personas como de animales. Todos ellos, con el fin de poder renovar las relaciones con esos dioses a los que adoraban. La medicina que tenían esta cultura Maya se podría describir como una mezcla entre la magia y la ciencia.
La cultura Azteca
Fue a finales del siglo XII, cuando las luchas e invasiones volvían a ser principales en el valle de México. Tras ellas, aparece la denominada cultura Azteca. Los Aztecas habían sido una tribu guerrera de cazadores y recolectores, así como agricultores. Por esto mismo, se vieron obligados a crear una red de canales para mejorar las tierras. Claro que además de la importancia de la agricultura, también el comercio comenzó a tener un gran auge. Desde el mercado local hasta el internacional daban pie a una avanzada civilización.
La organización de las ciudades contaba con una forma rectangular. Siempre había una plaza central y como no, edificios religiosos a su alrededor. El templo azteca era una de las edificaciones más importantes. Las viviendas se podían ver hechas de paredes de ramas con barro y un techo de paja, o bien, con piedras para las construcciones más modernas. Se solía comer en el suelo, aunque las personas más ricas, sí tenían muebles de madera.
A los dioses aztecas también se les ofrecía todo aquello que tenía mucho valor para las personas. Cosas como la comida, las flores e incluso las joyas. También la sangre de los humanos era otra de las ofrendas. Se creía que el dios se mantenía de dicha sangre.
Hay que mencionar que en esta cultura se extendió la literatura oral y no tanto la escrita. Destacaron sobre todo en astronomía, aunque tampoco se quedaban atrás en medicina o botánica.
Los Incas
No podíamos dejar de hablar de otra de las importantes culturas de América. Los Incas comenzaron a extenderse a partir de Cuzco. Este imperio se dividió en cuatro regiones y cada una de ellas estaba gobernada por un general de nombre ‘Apo’. La organización social consistía en grupos de familiares que estaban unidos por los lazos de sangre.
En la escala social más alta se encontraba el Inca. Se consideraba descendiente directo del Sol. Él podía casarse con diferentes mujeres, aunque la primera con la que se casara sería la más especial y se le denominaría como emperadora. Por debajo del Inca estaba la nobleza, funcionarios y sacerdotes.
Hay que decir que la base económica principal era la agricultura. El riego se centraba en una serie de canales, por donde pasaba el agua necesaria. Plantaban desde el maíz hasta la patata, así como la calabaza o el ají. Claro que por otro lado, no podemos dejar de mencionar su arquitectura. Está considerada como una de las más perfeccionadas. Usaban técnicas avanzadas y un buen manejo de la piedra, aunque también manejaban los metales como nadie y las mujeres tejían la lana y el algodón. Las estructuras solían ser de un solo piso o planta, con detalles tallados.
Estudiaban los movimientos de los astros y de ahí, contaron con un buen calendario. Para ellos la enfermedad la entendían con un castigo o un pecado que había cometido la persona enferma. Para intentar mejorar, las plantas medicinales eran su mejor arma.
La cultura Paracas
Sus restos arqueológicos se encuentran en la península de Paracas, al sur de Pisco. Dentro de la cerámica, nos encontramos con una serie de cuencos esféricos que están unidos por un asa. Pero además de la cerámica o bien de la decoración, hay que destacar su aportación en el plano de la cirugía. Ya contaban con instrumentos como en bisturí y las pinzas para poder hacer las denominadas, trepanaciones craneanas.
Cultura Vicus
Su centro arqueológico estaba ubicado al sureste de Chulucanas. En esta cultura debemos destacar sus cualidades en la cerámica. En ella se podían encontrar obras que iban de las más simples hasta las que contaban con gran precisión y belleza. Del mismo modo también fueron importantes en el plano de la metalurgia. Trabajaron tanto el oro como la plata y el cobre.