La primera cosa que conviene saber es que los enjuagues bucales, sin cepillarse los dientes previamente, puede ser inútil. Además, los enjuagues de boca deben durar al menos un minuto. Si se utilizan correctamente los enjuagues bucales, se pueden obtener unos dientes en buen estado de salud, eliminando las bacterias que se pueden acumular en el interior de la boca.
También permite tener un buen aliento dejando una agradable sensación de frescor en la boca. Los enjuagues bucales se recomiendan para los problemas como la gengivitis, que pueden desaparecer definitivamente.
Sabiendo todo esto, podemos afirmar que no es malo usar un enjuague de boca, pero hay que tener en cuenta un cierto número de aspectos. En efecto, un mal uso de los baños buscarles puede provocar ciertos problemas.
Un colutorio a base de alcohol no se debe utilizar más que una o dos veces al día. El alcohol deshidrata y seca la boca. Por consiguiente, se puede utilizar pero con moderación. Conviene comprobar siempre los componentes del producto antes de comprarlo.
En el caso de una gengivitis, recomendamos los baños bucales a base de clorhexidina. Este tipo de baños, aconsejamos utilizarlo cada vez que se laven los dientes con cepillo, al menos durante un mes. No se debe prolongar el tratamiento porque pueden aparecer manchas en las encías o en la lengua por culpa de la clorhexidina. Por esta razón conviene saber siempre cuáles son los componentes o los principios activos del producto.
Los enjuagues bucales indicados para el blanqueamiento de los dientes comportan generalmente bicarbonato. Se debe comprobar si es el caso y en caso afirmativo el tratamiento no debe durar más de un mes. Nunca se debe utilizar este colutorio más que una vez al día. El bicarbonato blanquea inmediatamente los dientes, pero no debe utilizarse a diario. Por consiguiente, si los dientes han recuperado su color de origen, se debe parar el tratamiento durante algunos meses antes de volver a tomarlo.